Hablar claro siempre
Nada de jerga bancaria. Si tu hijo de 12 años no entiende lo que te estamos explicando, lo estamos haciendo mal. Las finanzas son números, y los números se pueden explicar con palabras normales.
La primera "cliente" fue Puri, mi vecina del cuarto. Me pidió ayuda con un lío de recibos domiciliados que le estaban duplicando cargos. Tardamos tres tardes en solucionarlo, pero al final recuperó 240 euros. Me invitó a croquetas.
Luego vino su cuñada. Después, una compañera del trabajo de su hija. En 2021 ya éramos tres personas trabajando desde un coworking en Embajadores. Ahora tenemos una oficina pequeña en Usera y un equipo que sigue creciendo, pero sin prisa.
Lo que no ha cambiado es el método: sentarnos contigo, mirar tus números de verdad, y buscar formas de que tu dinero trabaje mejor para tu familia. Sin vender productos financieros raros ni prometer milagros que nadie puede cumplir.
Estos no son valores corporativos de póster. Son cosas que hacemos todos los días porque, si no, esto no funciona.
Nada de jerga bancaria. Si tu hijo de 12 años no entiende lo que te estamos explicando, lo estamos haciendo mal. Las finanzas son números, y los números se pueden explicar con palabras normales.
Cobramos por nuestro tiempo y asesoramiento, punto. No vendemos productos financieros, no recibimos comisiones de bancos, no te vamos a llamar para ofrecerte un fondo de inversión que nos da un porcentaje.
Cada familia es diferente. Algunos necesitan ayuda con deudas, otros quieren ahorrar para la universidad de los niños, otros simplemente quieren dormir tranquilos sabiendo que tienen sus cuentas controladas. Escuchamos primero, planificamos después.
Somos un equipo pequeño. Eso significa que cuando nos escribes, hablas con personas reales que conocen tu situación, no con un departamento genérico de atención al cliente.
Fundadora y Directora de Planificación
Estudié económicas porque me gustaban los números, pero empecé a trabajar en finanzas familiares casi por accidente. Antes trabajé en una gestoría y en un banco, hasta que me di cuenta de que prefería ayudar a la gente a entender su dinero en lugar de venderles cosas que no necesitaban.
Cada miembro del equipo dedica tiempo mensual a actualizar conocimientos sobre normativa fiscal, productos de ahorro y estrategias de planificación. Las leyes cambian, nosotros también.
No trabajamos con cientos de familias a la vez. Preferimos menos clientes y más atención real. Si nos escribes un martes, te respondemos ese mismo día, no la semana que viene.
No hacemos un plan y desaparecemos. Revisamos tu situación cada trimestre, ajustamos lo que no funciona, y celebramos cuando las cosas van bien. Es un proceso, no un evento único.
Sabes desde el principio cuánto cuesta trabajar con nosotros. Nada de sorpresas en la factura ni cargos inesperados. Si surge algo nuevo, te lo comentamos antes de hacerlo.
No es una historia lineal de éxito tras éxito. Ha habido meses complicados, clientes que no encajaban con nuestro método, y decisiones que nos costaron aprender.
2019 - 2020
Empecé ayudando a conocidos de forma informal. Cobraba poco, a veces nada. Tardé meses en darme cuenta de que esto podía ser un proyecto real si le metía seriedad. En 2020, registré bravionexal oficialmente y empecé a trabajar con un método más definido.
2021 - 2023
Contraté a dos personas más: Rubén, que se encarga de toda la parte de optimización fiscal, y Lidia, que trabaja directamente con familias en situaciones de deuda. Pasamos de atender 15 familias al mes a casi 60. Hubo momentos de caos, pero aprendimos a organizarnos mejor.
2024 - 2025
Ahora mismo trabajamos con unas 85 familias de forma regular. Hemos pulido nuestro método de trabajo, mejorado los seguimientos trimestrales, y creado materiales educativos para que las familias puedan tomar mejores decisiones por sí mismas. No queremos que dependan eternamente de nosotros.